28 diciembre 2008

El día en que cambiaron muchas cosas

Esta es la historia de un chico de 13 años. Un día el chaval quedó para quedarse a dormir en casa de su primo, el cual habia sido desde siempre su mejor amigo y recordaba siempre esos momentos en los que se pasaban jugando juntos a los muñecos que les compraban sus padres, creando historias que solo ellos podían imaginarse.

Ya habían empezado a cambiar algunas cosas.

Al día siguiente, al mediodía, los dos amigos/primos fueron al parque a jugar al futbol los dos. Al poco de llegar, se presentaron los amigos de su primo. A él no le caían muy bien, por esa apariencia y forma de ser de esos macarras que ya habia visto antes en la televisión y en los videojuegos.

Los amigos propusieron lo que llamaron "su guarida secreta". Un poco más alejado del parque se encontraba oculta una especie de casa hecha de madera y con clavos que asomaban peligrósamente. A pesar de lo extravagante que pareciera esa "guarida", al chico le gustó.

Poco después apareció algo que no se hubiera esperado no en ese momento ni en ese día concreto. A lo lejos se podía ver como un hombre de aspecto desaliñado y con barba de varios meses corría hacia ellos, sujetando en su mano derecha un palo de madera y gritando cosas que el chico no pudo comprender.

La situación no le gustaba nada, y tanto su primo como sus amigo corrieron a toda prisa diciendole al chico "corre, que ahí viene el loco". A pesar de lo absurda de la situación, el chico corrío tanto como pudo con ellos, mientras ese hombre les perseguía.

Corriendo para todas las direcciones como si de un juego se tratara, el chico no podía evitar fijarse que los demás chicos insultaban a ese hombre.

Consiguieron ocultarse al poco de correr. El chico no podía dejar de pensar lo que estaban haciendo, y decidió hacer algo que nunca se le hubiera ocurrido hacer hasta ese momento.

Se levantó de donde se encontraban escondidos, y fue caminando hacia el hombre, que se encontraba unos 4 metros delante de él.

El hombre aún gritaba cosas y seguía sujetando el palo con aspecto furioso. El chico estaba muy nervioso, el corazón le latía a toda velocidad, casi tanto como cuando se atrevía a hablar con las chicas de su clase. Lo único que se le ocurrió gritar fue: "Señor, suelte eso, por favor".

El hombre caminaba hacia el chico, y volvió a repetir: "Señor, suelte eso, por favor". El hombre se encontraba a pocos centímetros del chico, tiró el palo lejos de ahí. El chico volvió a hablar, esta vez con un tono más suave e inocente posible, ya que tenía tanto miedo que ni se pudo mover: "¿Qué le ocurre, señor?".

El hombre habló con el chico. Tenía poco más de 50 años, era padre de tres hijos, los cuales describió como "preciosos", y estaba sufriendo una crisis económica. El problema era que la zona en la que los chicos pusieron la casita estaba en la zona donde estaba su casa, y ya otros jóvenes habían estado ahí otras noches haciendo cosas que el chico en su momento no llegó a entender.

El chico llamó a los demás para que pudieran hablar con ese hombre, venían asustados y se les notaba. Al final, todo acabó bien. El hombre acabó cojiéndole la mano al chico, y le dijo algo que nunca se le iba a olvidar: "Eres un buen chico, se te nota en los ojos, Y ese corazón tan noble que tienes te hace una buena persona. Espero que tengas mucha suerte en esta vida chico".

El hombre agaraba la mano del chico con sus dos manos, y le abrazó. A partir de ahí supo que nada volvería a ser igual, que no juzgaría a los demás por su apariencia y que se tomaría en serio las palabras de ese gran hombre.

Ese chico era yo.

THE WORLD IS NOT ENOUGH

P.D: Al anónimo: lo siento, te había malinterpretado.
P.D 2: Luky: Te perdono, pero me debes un cine XD

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una historia muy bonita, igual que romántica. Sin embargo, ignoro por qué marcó tanto tu vida.

Bueno, cada cual tiene su forma de vivir las experiencias.

Lo que sí, es que si eres buena persona debes saberlo porque tú te juzgas así, no porque los demás lo hagan. El juicio ajeno, aparte de que no es de fiar (lo siento, pero veo a todo el mundo incapaz -.-), puede estar sometido a intereses.

Con mucho sueño y frío, el anónimo de la casualidad del pelo bonito.

RE:PD:¿lo del cine es a mí? Por si acaso aclaro: No creo haber faltado a nadie. Con lo cual no debo ser perdonado por nada. Lo del cine... xD xD. No soy muy cinéfilo... pero es conversable.

PD: "lo siento, pero veo a todo el mundo incapaz" Yo me incluyo dentro de todo el mundo. Me considero incapaz de pronunciar un juicio de alguien, y que este tenga influencia en su forma de actuar. Mis juicios son para yo tomar decisiones, únicamente.

Escribidor dijo...

tranquilo, lo del cine es a mi, pero después de llevarme a ver el desastre de película "The spirit", dudo que le pague la entrada xDD

En el blog de FATMAN puedes ver una crítica, aunque me parece bastante flojilla despues de ver lo que vimos...