He pensado: ¿Cuál es el punto en el que el fin es tan importante que justifica todos los medios?
Aquella era su mecedora favorita. En ella podía pasar tardes y tardes acompañado simplemente de su leve movimiento pendular, pensando en todo lo que había hecho en su vida o sin pensar, con la mente en blanco concentrándose únicamente en el vaivén de su asiento.
Ese día tocó pensar. Y tocó pensar en el objetivo que se había propuesto en su vida, que aunque no tenía la seguridad de haberlo conseguido, ya era demasiado tarde para llegar a él. Tocó pensar también en cómo intento llegar a él, y lo que esto supuso.
Siempre había tenido la duda de si un solo objetivo en la vida era suficiente o si se necesitan más, y si bien siempre se decantaba por que todos los objetivos terminan por unirse en uno solo, siempre le surgía la misma pregunta, que podía tenerlo ocupado toda una tarde.
Esta vez tuvo claro eso, así que su mente se dedicó a sus objetivos y al cómo llegar a ellos. ¿Cuál es el punto en el que el fin es tan importante que justifica todos los medios? Muchas veces había hecho barbaridades con tal de conseguir sus fines, aunque al final resultara no conseguirlos. Nunca le importó cómo llegar a ellos, siempre y cuando llegara. ¿Aquello era correcto?
A su edad, no era capaz de decidirlo, ya que no recordaba todo lo que pudo haber hecho para conseguir sus objetivos y tampoco recordaba cuales de esos objetivos consiguió. Su pensamiento se interrumpió cuándo recordó cómo había conseguido, en su juventud, romper la barrera del miedo y de la vergüenza para hablar con esa chica tan especial. Aunque ahora mismo no recordara si alguna vez se había casado, o si habia tenido algún hijo.
Cuando su cerebro volvió a l cuestión que debería haberlo tenido ocupado esa tarde, lo tuvo claro. Todo fin justifiva los medios. Era un pensamiento egoísta, y lo sabía, pero era su penamiento al fin y al cabo y no quería ni se veía capaz de cambiarlo, ahora que era anciano.
Pero no aguantaba su pensamiento en cañas de egoísmo, que podían ser tan frágiles como duras. Él se apoyaba en columnas de experiencia, experiencia que adquirió tras buenos y sobretodo malos momentos, momentos que le enseñaron que sí, el fin justifica los medios, por el simple hecho de que él era el protagonista de su vida, y si bien tenía que tenía que tener en cuenta a los otros, tampoco eso significaba renunciar a nada por los demás.
Así que se levantó de la mecedora con las ideas claras, pidiéndole perdón a Dios (sí, a Dios) por ser egoísta, pero sabiendo perfectamente que de no haber sido así, no sería como lo era en ese momento.
La pregunta es, ¿Qué era él en ese momento? ¿En que situación estaba?
Don't worry, Be happy! =)
P.D: Con esto les quiero decir que sean fieles a ustedes mismos, que elijan un modo de vida y que no se dejen influenciar demasiado por el resto.
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