Su mente le taladraba con todo tipo de pensamientos: "Ahora no es el momento", "No lo hagas", "Lo echarás todo a perder".
Ahí estaba, de pie, frente a una estatua con apariencia de pesona, la cual le miraba directamente a los ojos. Sentia que tenía que hacerle alguna reverencia o algo así, y sin embargo permaneció inmovil, como sumido en un profundo sueño.
Todo a su alrededor no era más que oscuridad, sólo estaban él y la estatua con forma de persona, mirándose fíjamente mientras que a su alrededor reinaba un siniestro silencio.
Parecía incluso que el tiempo se había detenido, y por alguna extraña razón el chaval se sintió.....tranquilo. Como si todo lo demás no tubiera importancia, como si todos sus problemas se hubieran acabado y dieran paso a la paz que llegaba cuando el sol hacía su aparición en la lejanía.
Pero algo ocurría, la estatua empezó a desaparecer, poco a poco y el chaval no podía hacer nada por evitarlo, puesto que de su mente surgieron las palabras "Abre los ojos".
Y así fue, como despertando de ese extraño sueño, abrió los ojos. Ya no había estatua delante de él, ahora solo se encontraba una hermosa joven que le miraba sonriendo.
La miró fijamente, como si no la hubiera visto en años. Sintió el impulso de besarla efusivamente, sentir cómo el tiempo se detuviera una vez más.
Pero al final, lo que le dio fue un abrazo, puesto que aún........no había llegado el momento.
THE WORLD IS NOT ENOUGH
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