09 julio 2009

-| Relatos del presente |- "Vicioso"

He pensado: ¿Por qué...? ¿Por qué ahora? ¿No es mejor pensar que disculparse?

Llevaba años enganchado a los cigarros. No conseguía dejarlo de ninguno de los métodos. Había probado con parches de nicotina, también con chicles, incluso lo intentó a pelo, sin tomar nada. No había manera de que el vicio cesara.

Fumar lo mataba, pero le daba la vida. Si fumaba, sus pulmones se retorcía, junto a su cuerpo, en unos ataques de tos en los que casi convulsionaba inmerso en un ataque epiléptico. Pero si no lo hacía, las convulsiones llegaban a él a través del enorme mono que le invadía. Fumar lo estaba matando, y decidió ir al médico, a hacerse un par de chequeos rutinarios.

"Parece que tiene una masa anormal en ambos pulmones, cuyo tamaño es increiblemente grande. Es casi un milagro que siga respirando. Tendremos que hacerle una biopsia, para confirmar si efectivamente es de origen cancerígeno o se trata de un quiste excepcionalmente grande, aunque, con este tamaño, podemos esperar cualquier cosa"

PLUM! Un ladrillo cayó sobre su estómago. Había llegado el momento de olvidar el cigarro. ¿Cómo lo haría? Buena pregunta. Lo había probado todo, y nada funcionaba. No merecía la pena esperar a los resultados de la biopsia, pues la masa era increiblemente grande, y la posibilidad de que la masa anormal no tuviera su origen en la nicotina o el alquitran de los cigarros era prácticamente nula.

Se decidió por la alternativa más impensable, la más arriesgada, la más estúpida. La ÚNICA que tenía. ¿Cuál? Otro vicio. Como dice el refran: "A rey muerto, rey puesto". Pues su rey no estaba muerto pero lo iba a asesinar, y el trono necesitaba otro rey, pues los parches y chicles milagrosos no habían conseguido que éste se calmara.

La evolución fue increible. Estaba tan concentrado en su nuevo vicio que ni siquiera cuando veía a alguien fumando sentía la más mínima ansiedad. Había abandonado un vicio y había adquirido otro, mucho más sano y que lo mantenía ocupado 24 horas al día. Ni siquiera prestaba atención a los spots televisivos que "le metían por los ojos" las ganas de retornar a su anterior vicio.

Casi se sorprendió cuando recibió una llamada de la consulta del médico, para decirle que los resultados ya estaban y que tenía cita para esa tarde. Entró en la consulta y la espléndida sonrisa del doctor ya le anunciaba buenas noticias. La radiografía había fallado, y no tenía absolutamente ningún tumor, quiste ni masa anormal en los pulmones.

Sin embargo no se alegró los más mínimo. Tenía un nuevo vicio, y éste le era suficiente para seguir viviendo. No volvería a recaer nunca más. Y aquella fue su primera prueba de fuego, cuando el doctor, dirigiendose hacia él y sacando del bolsillo una cajetilla de color rojo le dijo:
-¿Le apetece un cigarrillo?

Él se marchó sin despedirse. Había vicios más sanos, y él ya había aprendido a elegirlos y convivir con ellos.


Don't worry, Be happy!! =D

P.D: NO fumo y NUNCA he fumado. METAFORAS!
P.D2: Sí, sigo vivo...

2 comentarios:

alguien... dijo...

Me quedo con el principio.....mejor pensar que disculparse??? no es mejor una cosa que la otra, sino que una va a continuacion de la otra, primero se piensa y luego se disculpa, pues no sirve de nada disculparse sin pensar.

Aunque cueste te vendria bien pensar de vez en cuando, pero sólo de vez en cuando para que no te hagas daño por la falta de práctica.

Sigo por aqui aunque no lo parezca.....

Escribidor dijo...

Me refería a pensar antes de actuar, en vez de perdir perdon por cómo se ha actuado.

Pero gracias por el comentario de todas formas.

Hago oídos sordos al resto, eso es mejor que discutir...
(¿alguna corrección o matiz?)