11 junio 2009

El pensamiento negativo

El chico que no llegaba a los 25 años se encontraba caminando a duras penas por la oscura calle en la que hace apenas unas horas estaba llena de comerciantes que vendían drogas a aquellos que necesitaban evadirse del mundo.

Se encontraba tambaléndose, observando su reflejo en los charcos que en el suelo se podían ver con claridad. Un vagabundo que se encontraba en el suelo observó al joven.

-¿Te encuentras bien, chico? - Parecía irónico que un señor en su situación le preguntara eso a un chaval que parecía encontrarse bien en cuanto a lo económico se refiere. Sin embargo, la respuesta del chico no tardó en pronunciarse.
-¡No se me acerque! - El hombre se encontraba tumbado en el suelo cubierto por uno pedazos de cartón, así que no se encontraba en disposición de acercarse a él.

El chaval siguió moviéndose por la calle, hasta llegar a un pequeño cruce por el que circulaban coches muy de vez en cuando. Pensó que ese era el sitio idóneo para pensar.

Recordó cómo había llegado a encontrarse en esa situación, aunque su último deseo era recordaro, por lo que siguió andando, adentrándose esta vez en la carretera.

Todo lo que se había esforzado por seguir adelante, y una vez sus esfuerzos que veían obstaculizados. El sueño de su vida se alejaba cada vez más de él, y sus esperanzas de convertirse en alguien parecían desvanecerse con el paso del tiempo.

Pensó que quizá se quejaba demasiado, que no debía de sentirse así, que aún le quedaban muchas oportunidades.
Pensó que no valía la pena, puesto que la historia se repetía una y otra vez.

La solución parecía volver a fastidiarse y a volver a intentarlo otra vez, aunque se encontraba ya harto de todo. Las pocas personas que paseaban por el lugar lo miraban con gesto indiferente y llegó incluso a escuchar comentarios entre ellos al estilo "qué chico tan raro" o "parece un idiota lamentándose".

La cabeza le taladraba. Pensaba en volver a su casa. Vio cómo un coche se acercaba a toda velocidad hacia él, así que se apartó de la carretera. Sin embargo este impulso no duraría mucho, puesto que antes de que el coche pasara de largo, el chico se lanzó de lleno contra él.

El impacto hizo que la sangre se desparramara contra el cristal del coche y contra el suelo.

Sin embargo, todo era un sueño.

THE WORLD IS NOT ENOUGH

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